Economía

Alexis Tsipras asume como primer ministro de Grecia con el apoyo de la derecha nacionalista

La autoridad helena deberá lograr equilibrio entre sus promesas electorales y persuadir a los socios europeos para que mantengan el flujo de ayudas.

Por: Ainhoa Murga | Publicado: Martes 27 de enero de 2015 a las 05:00 hrs.
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Alexis Tsipras, líder de la Coalición de Izquierda Radical, conocida por su acrónimo Syriza, juró ayer como primer ministro de Grecia tras vencer en las elecciones celebradas el domingo, gracias a la promesa de apoyo del partido Griegos Independientes (ANEL) para formar gobierno.

Con un 99,8% de los votos escrutados, Syriza logró un 36,34% de apoyo. Una victoria histórica que le otorga al partido de Tsipras 149 escaños (99 + 50 extras que se le asigna la ley electoral al partido más votado), a sólo dos de la deseada mayoría absoluta que le permitía formar gobierno en solitario.

"Grecia deja atrás la catastrófica austeridad, el temor y el autoritarismo, deja atrás cinco años de humillación y sufrimiento", dijo Tsipras en la noche de su victoria, según Reuters.

Coalición con la derecha nacionalista

A primera hora de ayer, Tsipras se reunió con el líder del grupo de derecha nacionalista ANEL, Panos Kammenos. Bastó una hora para cerrar un acuerdo. Pese a las diferencias ideológicas, ambos partidos comparten la oposición al programa de ayuda financiera establecido por la troika que integran el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea. "Desde este momento hay un gobierno en el país", dijo Kammenos. Este apoyo deberá ser manifestado en la votación de confianza al nuevo gobierno el próximo 5 de febrero, una vez formado el Parlamento.

ANEL fue la sexta fuerza más votada el domingo (4,75%), logrando 13 escaños.

Renegociar la deuda

La victoria pone en manos de Syriza confrontar el programa de austeridad impuesto tras el rescate financiero por US$ 270 mil millones de 2010. Su mayor reto es lograr un equilibrio entre las promesas electorales, incluida la renegociación de la deuda, y persuadir a los acreedores de la troika de mantener el flujo de ayudas en un momento en que se espera que el gobierno heleno se quede sin efectivo cuando tenga que afrontar el pago de dos bonos por 6.700 millones de euros al BCE entre julio y agosto.

Pero sacar adelante una renegociación será complicado cuando el BCE descartó ayer una quita y los gobiernos de Alemania, Holanda y Finlandia se oponen firmemente y piden al nuevo gobierno que cumpla los compromisos adquiridos o se dejaría de financiar las ayudas.

"Respetamos el resultado de las elecciones, pero también nos mantenemos firmes ante lo que ha sido acordado con anterioridad", dijo el primer ministro finlandés, Alexander Stubb, según Bloomberg. "Toda la euro crisis empezó por el quebrantamiento de las normas y el incumplimiento de los compromisos". Según el mandatario, los términos del préstamo a Grecia son ya "muy indulgentes y con tasas bajas". "No creo que sea posible cambiarlos radicalmente", aseguró.

Discurso moderado

El nuevo primer ministro griego reiteró ayer su rechazo a la era de austeridad, asegurando que "la troika es historia". Sin embargo, los mercados recibieron la noticia con moderación, porque en gran medida el temor a una salida de Grecia del bloque se ha disipado y se estima que el nuevo gobierno de Atenas buscará un consenso con sus socios europeos. "Ha habido un poco de pose por nuestra parte", dijo el diputado de Syriza Yanis Varoufakis, quien se estima ocupará la cartera de Hacienda en la nueva administración. "Lo que realmente importa ahora es sentarse a hablar. Una salida de Grecia del euro no está sobre la mesa. No vamos a ir a Bruselas o a Frankfurt con enfoque de confrontación".

Tras caer a un nuevo mínimo de once años en las primeras horas de la jornada, la cotización del euro repuntó 0,3% ayer US$ 1,12 a medida que el mercado dejó de ver como amenaza para la moneda única la victoria de Syriza.

Las acciones europeas se transaron ayer en máximos de siete años gracias a que el optimismo del plan de estímulo anunciado la semana pasada por el Banco Central Europeo compensó la preocupación de un gobierno anti-austeridad.

¿Una "primavera roja" en Europa?
Para la izquierda europea, opositora a los recortes presupuestarios dictados desde Alemania durante la crisis que han derivado en una grave erosión social, la victoria de Syriza gatillará "una primavera roja en Europa". "El resultado es un claro rechazo al decreto de reducción de costos que ha resultado en una irresponsable catástrofe social y económica", afirmó la co-líder de la izquierda capitalista en Alemania, Katja Kipping.
"El resultado de las elecciones en Grecia muestra que estas políticas no son inevitables", dijo el líder del grupo de izquierda español Podemos, Pablo Iglesias. "Creemos que, como en Grecia, el año de cambio para España es 2015 y vamos a ganar las elecciones generales". El partido de Iglesias, al que los sondeos sitúan como principal rival del gobernante Partido Popular, está en el foco mediático por el presunto cobro no justificado de su Tesorero, Juan Carlos Monedero, de alrededor de millón y medio de euros provenientes de sus asesorías con los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Según el partido, el pago se debe a estudios realizados en 2010 y han tributado en España conforme a la ley.

Troika abierta a dialogar
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, afirmó que Grecia debe respetar las reglas de la eurozona y no exigir un "tratamiento especial" para su deuda. "No es cuestión de austeridad, hay reformas estructurales pendientes".
La CE expresó su disposición a dialogar una vez se haya formado el nuevo gobierno griego, pero indicó que la reestructuración de la deuda "no es urgente".
El BCE no descartó una quita de la deuda, pero matizó que no participará.

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